La prevención de escaras es uno de los cuidados a los que se debe prestar especial atención en el caso de pacientes encamados durante largos períodos de tiempo y personas con movilidad reducida. En este artículo vamos a ver en primer lugar qué son las escaras y por qué se producen para saber cómo evitar su formación y actuar antes de que esto ocurra.
Las escaras o úlceras por presión, también llamadas úlceras de decúbito, son lesiones producidas por una presión continua sobre la piel y los tejidos subyacentes. Esta presión constante oprime los tejidos y los vasos sanguíneos que riegan la piel provocando que la sangre no llegue a las células y estas mueran.
Las escaras se clasifican en distintas categorías en función del grado de gravedad. Pueden ser leves, en cuyo caso se produce el enrojecimiento de la zona afectada de la piel, hasta muy graves en el caso de las escaras de cuarto grado. En este caso se trata de úlceras en las que la piel queda gravemente dañada y puede llegar a la necrosis si no se cicatriza bien, pudiendo afectar hasta el músculo y el hueso.
Ahora que ya sabemos qué son las escaras y por qué se producen vamos a ver las zonas más frecuentes donde aparecen para buscar soluciones eficaces para su prevención.
Las escaras se producen en la piel que recubre las partes óseas del cuerpo: cabeza, hombros, codos, coxis, caderas, rodillas, tobillos y talones.
Las personas con movilidad reducida, con afecciones médicas que limitan su capacidad para cambiar de postura, o que les hacen pasar mucho tiempo en la cama o en una silla, son las que más riesgo corren de tener escaras.
No obstante pueden aparecer por otras circunstancias, como falta de higiene o hidratación, humedad, incontinencia urinaria o fecal, incluso por una mala alimentación.
Para prevenir la aparición de escaras es fundamental seguir una serie de rutinas diarias:
Además existen productos complementarios que sirven de prevención como los colchones y cojines antiescaras:
Colchón hinchable y compresor de aire