El objetivo de un andador es el de servir de ayuda para caminar a las personas con movilidad reducida, haciendo de soporte para sostenerse y mantener el equilibrio y proporcionando seguridad y autonomía. Son, por tanto, una muy buena opción para las personas mayores que necesiten un punto de apoyo para caminar puesto que les brinda la seguridad que necesitan sin perder su independencia. Es importante saber que hay diferentes tipos de andadores para ancianos y personas con movilidad reducida para elegir el adecuado según cada caso.
Tienen mucha estabilidad y debido a sus características son especialmente indicados para su uso en interiores. Pueden servir para caminar o como apoyo para levantarse de la cama o de un sillón, etc.
También son utilizados en períodos de rehabilitación, tras sufrir una lesión o una intervención quirúrgica para que el paciente vaya caminando poco a poco hasta alcanzar su recuperación.
Suelen ser plegables, de tamaño reducido, muy ligeros y resistentes.
Son una muy buena opción si la pérdida de movilidad es leve, sólo tienes que apoyarte sobre el andador y caminar paso a paso. Las ruedas le dan la movilidad necesaria y hacen que resulte más fácil maniobrar con ellos de un lado a otro. Este tipo de andadores han sido diseñados especialmente para exteriores y superficies irregulares.
Los rollator incorporan unos frenos muy parecidos a los de las bicicletas, fáciles de utilizar con un simple movimiento. También los hay con frenos en las ruedas que actúan por presión. En este caso las ruedas se bloquean cuando detectan el peso al apoyarte o sentarte. Resultan muy resistentes y seguros.
Entre los andadores con ruedas hay muchos modelos: plegables, con asiento, con respaldo, con cesta o bolsa de almacenaje, etc.
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